Cada una de las piezas que conforman el lote de la exposición, cuenta con una energía creativa que desplaza al autor en permanentes variaciones sobre un tema.Los signos nos hablan de paisaje, de formas orgánicas y de abstracción formal, temáticas que se van conformando con la misma acción de la realización de los segmentos discursivos.
Ernesto afina y refuerza su búsqueda de grados extremos de quietud. Es una búsqueda exigente, cada vez más rigurosa, la que emprenden los sabios, hermitaños, y santos. Por eso insisto, la de Ernesto, ha de ser un alma vieja.